Cuatro elementos para guiar un equipo eficazmente

  1. Conexión emocional y empatía

Los jóvenes necesitan sentirse vistos y comprendidos. Un buen líder escucha activamente, valida sus emociones y muestra interés genuino por sus vidas. La empatía construye confianza, y sin confianza no hay liderazgo real.

  1. Claridad y coherencia

Establecer normas claras, objetivos definidos y ser coherente con lo que se dice y se hace genera seguridad. Los jóvenes están en proceso de formación de identidad, por lo que necesitan estructuras claras para sentirse estables, sin contradicciones o dobles discursos.

  1. Fomentar la participación y la autonomía

No se trata de imponer, sino de guiar. Un líder eficaz crea espacios donde los jóvenes pueden opinar, proponer y tomar decisiones. Esto potencia su sentido de responsabilidad, pertenencia y autoestima. La autonomía supervisada fortalece el crecimiento personal.

  1. Inspirar con el ejemplo

Los jóvenes aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice. Un líder que actúa con integridad, humildad y pasión inspira a seguirlo. El ejemplo diario es el mensaje más poderoso.

Scroll al inicio